Quité la malla protectora de los bancales, aunque por la sugerencia de Javier, volví a colocar la de las ALUBIAS Y LA DE LOS GIRASOLES, POR SI HELARA LAS SIGUIENTES NOCHES.
Regué los bancales y el vivero. Estas semanas de sequía se hace necesario el riego programado, por lo menos, en el vivero, en donde sí lo tenemos.
Javier me acompañó parte de la mañana. Él podó la parra y, juntos ,podamos la segunda higuera dejando sólo un tronco. Los tres troncos que tenía quedaban muy abiertos, con riesgo de cascarse en un futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario